Te lo enviaré el viernes.
Siempre es divertido aprender cómo las personas definen las mismas palabras de forma diferente en función de su tipo de personalidad. Cuando Jueces y decir: "Te lo tendré para el viernes", a menudo significa algo totalmente distinto a cuando un Perceptor uses the exact same phrase. This can lead to some sticky situations in the workplace and in personal relationships. When we ask participants in our workshops to share what they hear when people say “by Friday” it usually breaks down along these lines:
Jueces
- Lo espero antes del viernes, así que el jueves por la tarde/noche.
- A media mañana del viernes espero recibirlo... y tengo cosas preparadas para enviar en cuanto lo haga.
- A última hora de la tarde es una decepción, pero sigue siendo aceptable.

Perceptores
- Lo espero para el viernes a las 16:59.
- En cualquier momento antes de las 23.59 horas del viernes (¡todavía es viernes!).
- El lunes por la mañana funciona, porque de todas formas no iba a hacer nada durante el fin de semana.

Naturalmente, esto es una receta para los problemas y es fácil ver por qué problemas de confianza puede surgir cuando existe una diferencia fundamental hasta el punto de que definimos de forma distinta palabras de uso común. El consejo para evitarlo es muy sencillo: cuando hablemos de plazos y fechas límite, es importante alcanzar un nivel suficiente de claridad antes de llegar a un acuerdo. Asume que la persona con la que trabajas cumple sus plazos, y sé claro sobre qué ese plazo es.
"¿Puedo tenerlo antes del mediodía del viernes?"
En lugar de dejar margen a la interpretación con un "Te lo tendré para el viernes", prueba a decir algo como: "¿Puedo tenerlo antes del mediodía del viernes?". Así te aseguras de que todo el mundo está de acuerdo. Si tienes curiosidad por saber qué ocurre cuando NO se habla de plazos, te recomendamos que le eches un vistazo a este post: "Desde ahora hasta el fin de los tiempos...".